Llevaba unos días inquieta, más de los que me gustaría, y sin razón aparente. A esta inquietud se sumaba una inevitable ansiedad que me provoca el whatsapp. Cuando tenía blackberry lo achacaba a la lucecita roja que no paraba de parpadear. Opción “sólo teléfono” y asunto resuelto. Ahora que tengo iPhone es diferente.
Al principio pensé que sería mucho mejor, muerto el perro (ya no hay lucecita), se acabó la rabia…pero me equivocaba. No sé si por culpa de mi repentina inquietud o por qué motivo, lo cierto es que la ansiedad más que desaparecer yo diría que ha aumentado…

Me fui a dormir tranquila, con una sonrisa en los labios y una sensación de bienestar con la que todo volvía a estar bajo control. Con la duda de cuánto duraría comencé a escribir este post, y mientras lo he ido terminando he vuelto a columpiarme entre la inquietud y la serenidad más de lo que habría podido imaginar. Y es que la bendición de poder estar conversando con 156 personas (son los chats que tengo abiertos justo ahora) o incluso más, quién sabe, no es ni mucho menos incompatible, sino más bien causa inevitable de una saturación en la comunicación y los flujos de información a nuestro alcance que resultan una verdadera maldición para nuestro entendimiento, desbordando los límites de nuestra curiosidad natural hasta los de la ansiedad.
Rocio Lopez
escrito el 9 mayo 2013 -Que duda cabe que prefiero un botellin, o varios, al “guasapear”. Pero ante las dificultades que existen para frecuentemente hacer lo primero… Me quedo con el “bendito guasap”, en vez del “maldito guasap”. Eso si, con moderacion, como los botellines. 🙂
Gracias, me ha encantado. Un abrazo, Rocio
5 motivos por los que Whatsapp NO es una (buena) herramienta de trabajo - Mucho Lirili y Poco Lerele
escrito el 31 octubre 2018 -[…] definitiva, Whatsapp me parece una excelente herramienta de comunicación, y así lo he manifestado en algún que otro post y puede ser práctico acudir a él para gestionar la comunicación de temas de trabajo urgentes […]